¿Cuándo debo acudir a un otorrinolaringólogo?
Quizás, más personas de las que pensamos no saben cuál es el papel que desempeña el otorrinolaringólogo en la medicina actual. Esto puede deberse a la cantidad de patologías en las que puede especializarse un médico especialista en otorrino.
La otorrinolaringología es la especialidad médica que trata
desde un punto de vista médico y quirúrgico las enfermedades de la nariz, la
garganta y el oído. La conexión entre los tres y su capacidad para enfermar
juntos hace que sean estudiados por el mismo especialista. Aunque, en los
últimos años, el otorrinolaringólogo también estudia y trata enfermedades de
órganos próximos o más internos, como ocurre con las enfermedades de la base del
cráneo.
Se debe acudir al otorrinolaringólogo cuando aparezcan molestias en nariz, garganta y oído que afecten o perjudiquen al desarrollo normal de la actividad diaria.
Estas son las manifestaciones más frecuentes:
En el oído: Al sentir un dolor constante en el oído, cuando
se detecta una pérdida auditiva, aunque sea ligera; zumbidos y pitidos
incesantes; inflamación interna, ya que puede ser síntoma de otitis; vértigo al
realizar determinados movimientos; e incluso la parálisis facial.
En la nariz: Los ronquidos,
la pérdida de olfato, un sangrado nasal regular y prolongado, sensación de
tapón constante o las reacciones alérgicas son síntomas frecuentes que pueden
venir derivados de patologías relacionadas con la otorrinolaringología.
En la garganta y cuello: hinchazón o dificultad para tragar,
aparición de bultos o ganglios anormales que pueden ser síntomas de amigdalitis
y vegetaciones, patologías muy frecuentes en los niños que provocan infecciones
recurrentes y problemas para respirar y tragar. Hay que reseñar que las
personas fumadoras o que consumen alcohol en exceso son el principal grupo de
riesgo que puede padecer enfermedades tratadas por el otorrinolaringólogo.
También aquellos trabajadores que se encuentran expuestos regularmente a
factores como la exposición a un ruido intenso o a partículas perjudiciales
para la salud. Así como algunos deportistas, especialmente los buceadores.
En cualquier caso, pertenezcas o no a este grupo de
personas, nunca está de más acudir al menos una vez al año a hacerse una
revisión al otorrino para comprobar que todo está funcionando correctamente.
¿Cuáles son los padecimientos qué trata un otorrino?
Los oídos: La hipoacusia afecta a una de cada diez personas. El manejo de los desórdenes del oído es el ámbito por excelencia de los ORL. Ellos están entrenados tanto en el tratamiento médico como quirúrgico de la audición, infecciones del oído, alteraciones del equilibrio, ruidos en los oídos (tinnitus) y desórdenes del nervio facial y de otros nervios craneanos. Los ORL también manejan los desórdenes congénitos (traídos al nacer) de los oídos externo e interno.
La sinusitis crónica es uno de los problemas de salud más frecuentes en la población. El cuidado de la cavidad nasal y de los senos paranasales es una de las principales habilidades de los ORL. El manejo de la patología nasal incluye las alergias y los trastornos del olfato, la adecuada respiración por la nariz, así como la apariencia de la misma, son parte de la competencia del ORL.
La garganta: La comunicación (hablar y cantar) y la
ingestión de los alimentos involucran a esta área vital. También es propio del
ORL el manejo de enfermedades de la laringe (aparato emisor de la voz) y de la
faringe (parte alta del tracto digestivo). Lo anterior incluye tanto los desórdenes
de la voz y de la deglución, como la patología de amígdalas y adenoides, muy
frecuentes en la infancia.
La cabeza y el cuello: Esta región central del cuerpo incluye los importantes nervios que controlan la vista, olfato, audición y movimientos de la cara, así como numerosos ganglios linfáticos. En el área de la cabeza y el cuello, los ORL están entrenados para tratar las enfermedades infecciosas, tumores tanto benignos como malignos.
¿Cuáles son las subespecialidades de un otorrino?
Otorrinolaringología general corresponde al estudio de las
enfermedades del oído, nariz, faringe y laringe, patología del cuello y
glándulas salivares.
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